El lenguaje es un gran reflejo de la evolución de una sociedad. A través de las palabras podemos ver cómo han ido evolucionando las personas, sus tendencias, sus hábitos y, en definitiva, la sociedad. Un detalle como ese nos puede dar las claves de las veces de lo que se está gestando, lo que está pasando y cómo se está viviendo. Un buen reflejo es las nuevas tendencias laborales que han dado vida al concepto de coworking en Madrid, y que se han multiplicado para dar paso al cool working, una nueva forma de trabajar.
El coworking ha cambiado la vida de muchas personas. Trabajadores free lance, nuevos emprendedores, impulsores de proyectos, autónomos, y un sinfín de personas que decidieron darle un vuelvo a su carrera laboral, saliendo de casa, pero para no ir a una oficina cualquiera, ir a su propia oficina, compartida, para así poder costeársela sin aislarse del ambiente laboral. En esa tesitura, nació el coworking como centro de trabajo compartido en el que poder tener todos los servicios de una oficina, pero a coste más bajo y más adaptado a las necesidades de cada persona en cada momento.
Desde hace unos años, el coworking ha vivido un auge en España. Se han instalado en muchas ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, etc., consiguiendo atraer a miles de personas interesadas en este nuevo modelo de trabajar, gracias en parte al auge de las TIC, que han permitido que crezca y se factible el trabajo en línea.
Coworking concept
El coworking se ha convertido ya en un fijo de muchos trabajadores en su día a día, una parte más de su trabajo, una forma de entender la jornada laboral y ser más efectivos. Sin embargo, el mismo concepto ha ido cambiando y transformándose, creando espacios muy personalizados y adaptados a las nuevas tendencias de los usuarios. Dentro de esta corriente, el coworking ha experimentado un cambio hacia el cool working, un nuevo concepto.
El cool working se cimenta en las bases del coworking, pero con un componente, como su propio nombre indica, que lo convierte en un lugar elegante, fresco y moderno, un sitio cool y smart adaptado a las necesidades y comodidades del usuario. Los coworking han evolucionado a no ser solo lugares donde compartir una oficina para trabajar, sino sitios en los que crear un ambiente de trabajo con una decoración y una distribución concreta. Lugar céntrico, relajado, tranquilo, pero capacitado para absorber las necesidades de muchas personas y crear con ello su propio ambiente. Esto es un cool working, un nuevo concepto disruptivo que puede marcar el futuro. Solo tienes que darte una vuelta por el centro de Madrid, por ejemplo, para entender la evolución del coworking.